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Si a alguien nos pide mencionar algún electrodoméstico que tenemos en casa, indefectiblemente nos vendrá a la cabeza la imagen de la tostadora. Gracias a nuestra oferta de electrodomésticos en Santander somos conscientes del peso que tiene este elemento en los hogares actuales. Por eso, en este post, te explicamos su historia y evolución.
Entre toda nuestra oferta de electrodomésticos en Santander uno de los que más interés suscita es la indispensable tostadora, ese aparato simple y nada costoso que nos brinda unas deliciosas tostadas mañaneras que nos aportan la energía que necesitamos para ir a trabajar. Pero... ¿cuál es el origen de este peculiar electrodoméstico?
Su origen tenemos que buscarlo, sin duda, en la costumbre que tenía el hombre primitivo de ensartar sus piezas de caza en un palo para tostarlas al fuego... Una costumbre tan ancestral como actual: ¿quién no ha tostado unas salchichas en un campamento? Lógicamente, los medios para tostar las piezas de carne y el pan han ido cambiando con el tiempo, ya que se han utilizado desde cuchillos hasta rejillas.
Pero, con esos instrumentos tan rudimentarios, o se quemaba uno la mano o se quemaba el pan por su exposición directa al fuego. Por eso, a finales del siglo XVIII, el escocés Alan MacMasters patentó la primera tostadora eléctrica basada en un cable que trasmitía electricidad.
Pero el cable solía incendiarse por la tensión, así que a principios del siglo XX los científicos William Hoskins y Connor Neeson inventaron una aleación llamada "nicromo", capaz de aguantar una gran tensión eléctrica sin fundirse.
Finalmente, la gloria de fabricar la primera tostadora del mundo se la terminó llevando la multinacional General Electric con su legendaria D-12, auténtica pieza de museo y antecesora de las tostadoras modernas, las cuales puedes encontrar en J. Rivero Electrodomésticos, junto con otros tantos enseres que te hacen la vida cotidiana mucho más fácil y placentera.